Reyes ha sido siempre su peor enemigo y ahora en el Atlético parece que ha encontrado el camino que ilusionó a tanta gente del fútbol. En Zaragoza no me extraña que explotara. Los datos son elocuentes. Es el jugador que más faltas recibe en la Liga. Lo mejor es que el propio Eliseu reconoce que no hubo agresión. Competición lo tiene blanco y en botella para no sancionar ante el reconocimiento del afectado. Incluso, es junto con el Kun el que ha cogido el bastón de mando y sobre el campo no ha dudado en ponerse el mono de faena a la hora de currar más que nadie en facetas defensivas. No entraré en la campaña para que vaya a la Selección, pero si sigue a su nivel de juego actual puede alcanzar todas las cotas que se proponga. Se tiene que olvidar de sus tiempos del Arsenal y Real Madrid y partir de cero que tiene mucho mayor méritos. Quique ha hecho una buena labor de mentalización, pero nadie puede quitar las medallas al propio Reyes que ha comprendido que se le presenta una segunda oportunidad de futbolista y no quiere renunciar a ella.

Por el Calderón no nos vamos a rasgar las vestiduras con las 'caricias' de los que no saben como pararle. Son los rigores propios de la profesión. Lo que nos emociona son los esbozos del proyecto del año que viene. Si mantienen a Agüero, Reyes sigue en la línea actual, Salvio se ajusta a las imágenes que nos han llegado de Argentina, y el centro del campo con Fran Mérida y Mario Suárez, la saga de grandes porteros y los chavales de la cantera capitaneados como Borja, parece que hay un cambio de política adecuado entre los que mandan. Reyes es un genio y tiene la magia de los artistas andaluces. Incluso, en caso de que la tesorería no lo permita, puede rendir como enganche y conectar con el Kun dando unas asistencias como las que hacía en su tiempo Schuster. Reyes es uno de los símbolos de este nuevo Atlético.