Para Rudy, Europa tiene que esperar
Si no tienes tiro, dedícate a otro deporte", dicen en la ex Yugoslavia. Rudy Fernández lo tiene, además de una gran precisión. "Si no eres un buen atleta, olvídate de la NBA", se dice también en el entorno baloncestístico. Rudy tiene unas condiciones físicas privilegiadas. Es 'un blanco con piernas de negro', que incluso se atrevió a participar en un Slam Dunk. Quizás el problema para que no juegue los minutos que desea y que merece esté en el vestuario. La NBA es un deporte de negros (otra frasecita muy extendida), controlado (cada vez menos) por blancos. Se admita o no, los entrenadores son muy cuidadosos con los egos y fraternidades entre los jugadores de color de sus plantillas. Un 'blanquito europeo' lo tiene muy difícil para quitarle un lugar en el paraíso deportivo a los miles de jóvenes negros que sueñan con triunfar en la NBA. Interesaría pues que Rudy Fernández se hiciese amigo del patrón del vestuario. Lo mismo que ha conseguido Pau Gasol en Los Angeles ganándose la bendición de Kobe Bryant.
Rudy tiene la calidad suficiente como para triunfar en la NBA, y a sus virtudes técnicas añade un sentido colectivo del juego y una gran ética personal. Con paciencia y mano izquierda debe ir ganándose el prestigio cada día con el objetivo de ir afianzando su posición en la competición más exigente del planeta. Su vuelta a Europa debe quedar lejos.