Navas y Palop nunca especulan
Lo mejor, el resultado. El encuentro radiografió el estilo de este Sevilla efectivo que vive con solvencia en las tres competiciones. Durante muchas fases del duelo, el equipo se olvidó de jugar. Se obsesiona con el futuro, con cuadrar las cuentas y aparca el presente y la posibilidad de hacer saltar en ese momento a los aficionados de emoción. Prefirió recrearse en lo que le ofrecía el 0-1 antes que lanzarse con violencia sobre el contrario y acabar con la historia. Potencial para ello tiene de sobra. El ritmo cansino de los rusos, inmersos en plena pretemporada, animaba a ello.
La estadística y la realidad dicen que el resultado es muy bueno. Sin embargo, las sensaciones que se desperdigaron en el Luzhnniki no fueron del todo convincentes. Faltó un paso adelante para dejar helado al CSKA. Ante tanta especulación, el pase de Navas y el gol de Negredo toman un valor incalculable. La milagrosa aparición de Palop frente a Necid redondeó un final ilusionante y feliz que pudo ser decisivo. Incomprensiblemente, el equipo se olvidó de Navas en la segunda parte. Renunció a su vía más penetrante, circunstancia que le llevó a desaparecer ofensivamente. Los especialistas adelantan que el grupo que comanda Slutskiy planteará en la vuelta un encuentro frío, sin cometer riesgos. Honda, Krasic y Dzagoev invitan a mantener alta la guardia. El armamento sevillista y la escolta de la afición que llenará Nervión pueden ser suficientes para abrasar las pocas gotas amenazantes de los rusos. Así debería ser.