Elegante víctima de la táctica

Samuel Etoo ha venido a Milán como un rey porque el Inter busca la Champions desde hace 45 años y el camerunés ha marcado goles en las últimas finales que ganó el Barcelona. Mientras Ibrahimovic siempre ha triunfado en la Liga y ha fracasado en la Champions, Etoo parecía el hombre justo para invertir el camino. Ha entrado en el corazón de los aficionados antes de meter su primer gol y ha sorprendido a todos por su carácter amable, por su sonrisa continua, por su humildad y su facilidad para acoplarse a un nuevo vestuario.

Nadie ha pensado que pudiera ser un rebelde, según parecía por los rumores procedentes de Barcelona. Todo parecía perfecto para él y para su equipo. Pero hasta hoy Etoo no ha sido el hombre clave del Inter y tampoco su máximo goleador. Ha vivido a la sombra de Milito, que ha sido el más destacado entre los hombres de Mourinho. Parece una paradoja, pero él es más víctima que culpable, porque su extraordinaria generosidad le afecta en el campo. El Barça jugaba con muchos toques, el Inter, no. Él tiene que buscarse los balones; así su elegancia se ve frenada. Pero el tiempo le dará la razón porque nadie le puede discutir.