Con el dinero no se juega...

Vaya por delante que debatir, a 7 de febrero, sobre quién será el campeón del mundo de Fórmula 1 es hablar por hablar. No porque tan sólo tengamos la referencia de tres días de test en Valencia, sino porque por delante nos quedan 19 carreras en las que resulta gratuito decir que puede ocurrir de todo. Dicho esto, el propio interés en una temporada que se presenta tan espectacular como interesantes nos invita a especulaciones de todo tipo. Los propios protagonistas, los pilotos y sus equipos, ya se han ocupado en intentar rebajar pronósticos tan arriesgados, pero eso no es suficiente para que los españoles abandonemos el sueño de ver a Alonso arrasando... lo mismo que los alemanes hacen con Schumacher. El deporte es emoción, intuición y deseo, así que nos estamos divirtiendo ya con estas elucubraciones incluso antes de que la primera parrilla se haya formado en Bahrain.

Más allá de estas sensaciones, las casas de apuestas se han convertido en un buen indicativo para medir las probabilidades en el mundo del deporte. Y es así porque lo que ellas ponen en juego es dinero, el suyo y el de los apostantes, así que conviene hilar filo para que el negocio funcione. Por ello no debe ser casualidad que todas las grandes empresas europeas dedicadas a este juego de la predicción hayan colocado a Fernando Alonso como favorito al título mundial. La exhibición del asturiano en Cheste con el F10 ha dado mucho que hablar y que pensar (esto último, sobre todo a sus rivales), así que los expertos en las cotizaciones han corregido las que corresponden al español para ponerle como principal candidato al número uno en 2010. Es una referencia más, que desde luego irá cambiando a medida que avance la temporada, pero de momento quedémonos con el dato de que es mejor empezar así que pasando desapercibido a los ojos de quienes ponen sus cuartos en juego...