Adrián Campos no se merece algo así

Durante las últimas semanas se está cuestionando seriamente la labor de Adrián Campos como cabeza visible del primer equipo español de Fórmula 1. Motivos hay para hacerlo, desde luego, porque el disparate en que se ha convertido este proyecto es de los que hacen época. Sin embargo, yo diría que en todo este feo asunto Adrián no es el culpable, sino la víctima. Su único error ha sido no saber rodearse de las personas adecuadas para sacar adelante su sueño. Por supuesto que debiera haber sabido elegir mejor, eso sí que era responsabilidad suya, pero disculpo su desatino porque está provocado exclusivamente por las ganas y la ilusión, creo que eximentes dignos de consideración. Sencillamente, le han engañado. Por dos veces lo que le han prometido no se ha materializado en una realidad y ahora es su prestigio el que está en el disparadero.

Primero fueron los directivos de Meta Image, empresa especializada en márketing deportivo. No tengo argumentos para dudar de su capacidad en otras disciplinas, pero desde luego que sí para decir que de automovilismo no tienen ni idea. Si se hubieran propuesto hacer peor las cosas, no habrían sido capaces. Su incompetencia ha sido manifiesta en la relación con los pilotos, los patrocinadores, las entidades y la Prensa. Una estrategia mal planteada y mal ejecutada que puso el proyecto al borde del abismo. Y en ésas llegó Tony Teixeira, que parecía la tabla de salvación de Campos-Meta. Se hizo con el control del accionariado... pero su dinero aún está por llegar. Así que Adrián se encuentra entre la espada y la pared, con Dallara a punto de vender sus coches a otro comprador y el tiempo corriendo en su contra. Y dice que no se rinde... Valiente, desde luego, es. Ojalá el poder de esa ilusión le permita salir adelante.