Ni casta ni calidad ni confianza

Ni casta ni calidad ni confianza

La paciencia tiene un límite y el Calderón ya no soporta tanta tomadura de pelo. El Atlético volvió a jugar a la ruleta rusa ante el enésimo bochorno futbolístico de esta temporada. El Málaga se limitó a poblar el centro del campo y la tozudez de Quique en mantener sus dos volantes provocó que nunca los rojiblancos dieran sensación de algo. Mucho hablar de la Copa y la verdad es que los colchoneros no se pueden descuidar en la Liga. Aunque parezca imposible, es el único conjunto equipo de Primera que no sabe a que juega. Ese maldito 4-2-4, está siendo la penitencia del banquillo. Encima ahora tienen a Agüero y Forlán tocados, y sin sus dos favores, el espectáculo es lamentable. Sigo sin entender cómo se puede mantener la defensa actual. La gente sale asustada ya que saben que siempre regalarán un mínimo de cinco ocasiones claras al rival. Lo único que sigue valiendo la pena es la afición. Falta mucha sangre atlética en las venas de la plantilla.

A este amago de conjunto le han perdido el respeto y todos saben que es el equipo chollo. Tampoco se acierta con el entrenador y mi pregunta es qué se hará en los entrenamientos. El futuro se antoja un calvario y nadie sabe a qué clavo agarrarse, ya que el siguiente visitante va a ser el Barcelona. Ni un detalle de amor propio se vieron durante los noventa minutos. Muchos adornitos en el ataque que eran fuego de artificio. El Kun era el que se dejaba la piel. Forlán y Reyes ni se enteraban. Tampoco nadie sabe el motivo de que Simao no pierda la titularidad. Siguen abusando del corazón rojiblanco que está a punto de explotar. Y, mientras García Pitarch en la grada, y no se le caía la cara de vergüenza por los errores cometidos.