Serena, ejemplo de tenacidad

Federer puede ser considerado el mejor tenista de siempre, haga lo que haga esta mañana, y Serena Williams, tras su triunfo de ayer, ya es la sexta jugadora de la historia con más torneos de Grand Slam. Ambos jugadores son un ejemplo de constancia y altísima regularidad. Con 28 años se mantienen en la cima de la élite frenando los arreones de jóvenes ambiciosos y tan buenos que alguna que otra vez ganan, pero cuando llega la hora de la verdad ellos suelen imponer su ley. Por algo son los números uno del tenis. Tsonga le duró en Australia a Federer un plis-plas y Davydenko, lo justo para entrenarse. Serena Williams, por su parte, liquidó con semejante facilidad a esas jovencitas europeas del Este que vienen pegando tan fuerte.

El de ayer fue el duodécimo Gran Slam que gana Serena . El primero fue hace once años. Ya hace falta tenacidad para después de trece años, 717 partidos, veinte millones de euros procedentes sólo del tenis, lesiones, enfermedades, operaciones, retiradas temporales y dramas familiares -su hermana Yetunde fue asesinada- , afrontar de nuevo las exigencias a que obliga el tenis profesional, máxime después de haberlo ganado todo. Ya tenía el Abierto de Australia, tiene Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. Ganar todos el mismo año ya no está físicamente a su alcance. Llegar a los 24 Grand Slam de Margaret Court, tampoco por una cuestión de edad. Ejemplar la motivación que mantiene activa a Serena.