¡Así, así...el Barça gana así!
Es difícil jugar ante un rival que maneja de una forma tan perfecta el balón y más cuando todos los pequeños detalles favorecían al grande. Paradas Romero estuvo en su salsa para decantar a favor del grande todas las situaciones de duda. Al Barça no le hacía falta que su monólogo tuviera ninguna ayuda, como el arranque en fuera de juego de la jugada del gol, la segunda tarjeta perdonada a Pedro y el abuso de las amonestaciones con los rojiblancos. Si en El Molinón nació el Así gana el Madrid, también va a repercutir el eco con el Barcelona, con un cambio de orden en las palabras. En lo que se refiere al partido en sí, el Sporting recibió una derrota honrosa, que no debe tener repercusión, porque la Liga de los rojiblancos es otra, aunque los puntos valgan igual.
El Barcelona confirmó el motivo de los seis títulos anotados, de los laureles a casi todos sus jugadores y entrenador, así como la justificación de que conserve el liderato con ventaja, camino de revalidar el título liguero. Los azulgrana deleitaron y se recrearon, aunque el punto de mira no lo tenían anoche bien ajustado, además de la inspiración del portero Juan Pablo. El sportinguismo se limitó a soñar, sobre todo cuando salieron al campo en la segunda parte Diego Castro y Barral. El Barça necesitó reajustarse ante la fogosidad del equipo gijonés, que tuvo otra imagen con las variantes introducidas por Preciado. Pero no fue más que eso, un sueño que se desvaneció con el paso de los minutos y con las infortunadas actitudes del peor Paradas Romero.