Gracias por esta lección de orgullo

Gracias por esta lección de orgullo

Gracias, España, por la exhibición. Gracias por esta respuesta contundente a la incompetencia arbitral. Gracias, estrellas del fútbol sala español, por veniros arriba y poner a este deporte en su sitio. La goleada no sólo ha sido un espectáculo maravilloso, sino una reivindicación de nuestra Selección, a la que se debe tratar con respeto, señores de la UEFA. La rabia por la humillación del penalti robado fue ayer un factor determinante para que España no diera opción a Chequia. "Aquí estamos, somos bicampeones del mundo y nos comemos el balón y a los checos", dijeron los de Venancio al saltar a la cancha. Sí señor, pocas veces (quizás nunca) vi a España revolverse tan herida como ayer en los primeros minutos. Ni Brasil ni nadie nos hubiera tosido.

Este Europeo tiene que ser útil para el planeta fútbol sala, para nuestra Liga Nacional y para Europa. De Hungría saldremos reforzados, no sólo porque mañana ganaremos el título (me arriesgo a adelantarlo) sino por recuperar el peso de España en el Futsal de UEFA, donde es de ley que tengamos la sartén por el mango, con autoridad y bien representados.

La Liga Nacional, que está en proceso de fulgurante reactivación bajo la presidencia de Javier Lozano, ha de ser el espejo en el que debe mirarse la organización de UEFA para multiplicar la expansión de este deporte. España habló claro ayer ante Chequia, dejando boquiabiertos a los más escépticos. El penalti ‘aquel’ va a servir, curiosamente, para que España dé un puñetazo en la mesa. ¡Y a por el título, oé!