Guti hace falta: es lo que hay

Fijo que si a Florentino le llegan a decir en su verano de multitudinarias presentaciones galácticas que al final sería necesario tirar de Guti para ver algo de fútbol "hilvanado y profundo", le habría entrado un berrinche de los gordos. Y no por que él piense que Guti no vale (la visión de juego del 14 siempre le maravilló), sino porque pagó 252 millones de euros para cambiar el perfil del Madrid y entregarlo en manos de los Cristiano, Kaká, Benzema y Xabi. El presidente no efectuó la mayor inversión protagonizada jamás por un club de fútbol para al final tener que rezar para que esté operativo un jugador de 33 años que es como un eclipse de luna. Aparece, se esconde, asoma...

Pero siendo sinceros, yo soy el primero que quiero ver titular a Guti ante el Málaga. Cuestiones extradeportivas al margen, el segundo capitán posee todavía esa clarividencia necesaria para que las estrellas de Pellegrini jueguen como es el deseo de ese Bernabéu que está dolido con los últimos gatillazos del Norte. La media hora de Guti en Bilbao fue lo mejor de un Madrid dominador pero "poco gustador", que diría Pellegrini. Guti puede ser la mano que meza la cuna. La lámpara que ilumine la puntería perdida de Cristiano, Kaká y Benzema. Guti, al final haces falta. Ponte el mono y olvídate de las amapolas.