Algunos deseos para la nueva década

Algunos deseos para la nueva década

La primera década del nuevo siglo ha sido realmente fructífera para el deporte del motor español. Quizá la cima haya estado marcada por los dos títulos mundiales de Fernando Alonso en la Fórmula 1, pero no por ello debemos llevar al demérito a otros éxitos inolvidables: las 24 Horas de Le Mans, el Dakar en motos, el Mundial de enduro, los títulos de trial, los campeones de motociclismo... Nuestros pilotos nos han hecho disfrutar de muchos días de gloria, además de colocar a España como una de las potencias indiscutibles de estas modalidades. Algo que ni siquiera hubiéramos imaginado hace no demasiado tiempo. Pero en esto del deporte no hay que pararse ni para coger impulso, así que en el recién estrenado 2010 debemos empezar a pensar en nuevos desafíos.

No son demasiadas las asignaturas que tenemos pendientes, aunque algunas hay. Por eso, sí me preguntaran qué le pido a nuestro deporte del motor para la década que ahora empezamos, lo tendría bastante claro. Me encantaría que, en sólo dos semanas, tuviéramos un ganador del Dakar en coche, para lo que Carlos Sainz se postula como claro favorito; por otro lado, estoy seguro de que, antes o después, habrá un campeón mundial español de MotoGP, el primero de esta categoría de cuatro tiempos y que tomaría el relevo de Crivillé como rey de los 500cc; y, si me permiten la concesión un tanto más personal (porque es mi pasión) y seguramente minoritaria, sería feliz si algún día también uno de los nuestros se proclamara campeón mundial de motocross. Tampoco estaría nada mal que el potencial de España se reflejara en el Mundial de Superbikes y, ya puestos a pedir, los títulos de Sainz en los rallys nos quedan ya tan lejanos que reeditarlos sería un gustazo. Sí, ya sé que no es poco lo que pido, pero como de momento por esto no nos cobran, pues voy a rematar con otro sueño que confío totalmente en ver cumplido: Alonso con más títulos mundiales ahora vestido de rojo. No está mal la guinda, ¿verdad?