Lo de Schumacher no es una traición

Lo de Schumacher no es una traición

El diccionario de la RAE define el término traición como "falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener". Pues considerándolo así, me da la impresión de que Michael Schumacher no puede ser considerado como un traidor por Ferrari ni por sus seguidores. Porque no ha cometido ninguna falta y tampoco ha quebrantado su fidelidad, ya que en Maranello no estaban en disposición de ofrecer una alternativa a la inquietud que el alemán tenía por volver a competir. El propio piloto explicó, tras el anuncio de su regreso, que la oferta de Mercedes cobró forma una vez que en la Scudería descartaron poder ofrecerle un coche, ya en manos de Alonso y Massa (y sin posibilidad de alinear un tercero, como llegaron a pedir).

Dejando al margen debates morales, lo más eficaz en estos casos es descender al terreno de nuestras realidades cotidianas. Me refiero a ponernos la piel del otro y pensar cuál sería nuestra decisión. El escenario es simple: un piloto quiere correr, no perjudica a nadie con ello, en su equipo no cuentan con él pero hay otro que satisface sus exigencias, además con un proyecto solvente. ¿Usted qué haría? Otra cosa es que la decisión pueda molestar a los 'tifosi', porque entiendo que no les guste ver vestido de plata al que durante tanto tiempo ha sido su icono rojo. Pero de ahí ha considerarle un traidor, media un buen trecho. Esto es como lo de ese matrimonio que tanto se ha querido pero que decide poner fin a su relación; cada uno emprenderá una nueva vida, con distintos intereses y nuevos objetivos, lo que no significa que se tengan que tirar los trastos a la cabeza, ni ponerse zancadillas. Digo yo...