Da igual que sea blanco, negro o azul
Me sorprendí el día del debut de Jonás Ramalho en un partido amistoso con el primer equipo en Amorebieta. Estuve en la grada presenciando el choque junto a mi amigo y representante de jugadores Óscar Basaguren y algunos me preguntaban si Jonás era mi hijo. Lo tuve que desmentir tajantemente. Creo que Ramalho es un chaval espigado y que está por formarse muscularmente, ya que está creciendo. Tiene 16 años y mide ya 1'80, pero es como Bambi. En cambio, Iker Muniain es un tío de constitución corta, fuerte y baja, con un potente tren inferior. Creo que Caparrós es como una veleta. Lo mismo coge a uno, lo saca y luego nada. Sus criterios no son los míos. Con 16 años, no puedes ponerle el caramelo en la boca y quitárselo. Lo metes en el desván y adiós muy buenas. No comulgo con ese criterio. Le deseo suerte a Jonás y que no lo defenestren. Que no debute contra el Werder Bremen y después, si te he visto no me acuerdo.
Lo de que no jugué en el Athletic por ser negro son gilipolleces que escribieron los medios. Yo debuté en el Barakaldo y en el Indautxu, y no jugué en el Athletic porque no era vizcaíno. Aquel mismo año no ficharon ni a Pereda ni a Isasi y no eran negros. Que no inventen otras cosas. La razón es que eran nacidos fuera de Vizcaya. El famoso equipo Carmelo, Orúe, Canito, Mauri, Maguregui... eran todos vizcaínos. Yo nací en Guinea y llegué a Bilbao con cuatro años. Si Jonás es un buen futbolista, da igual que sea blanco, negro o azul.