Nuestra Selección femenina de balonmano juega estos días el Mundial en China. Va de maravilla. Tres partidos jugados y tres ganados. Como Noruega, Rumania, Rusia, Austria, Dinamarca y Corea del Sur, que se presentan como los cocos del Mundial. Bien es verdad que ahora nos toca jugar contra las dos rivales más fuertes del grupo, Corea del Sur y China, pero son ya tres victorias que nos han metido en la segunda fase de la competición, es decir, entre los doce mejores equipos del mundo. Tres victorias a cada cual más contundente: 26-15 a Argentina, 29-18 a Costa de Marfil y ayer 30-12 a Kazajistán. Ni Corea del Sur ni China superaron estos marcadores cuando jugaron ante estos mismos rivales. No es un mal dato.

Y es que nuestras chicas, que han acudido a este Mundial con prudencia y modestia, son mucho mejores de lo que podamos creer. Pues son nada menos que las actuales subcampeonas de Europa, lo que les ha valido la clasificación directa para el Mundial, algo que no pueden decir, por ejemplo, las rusas o las alemanas. Nuestras chicas en el balonmano son alguien, capaces de ganar en las semifinales del Europeo nada menos que a las alemanas, a quienes consideramos superiores en físico y en tradición deportiva. Pero nuestras chicas también visten la Roja, tienen ambición y juegan sin complejos. Van despacito, sin hacer ruido y como sigan así, que Zapatero vaya haciendo un hueco en su agenda para el próximo día 21.