Ferrero es un reserva de lujo

Ferrero es un reserva de lujo

Juan Carlos Ferrero aparece como reserva a dos días de celebrarse el sorteo de la final de la Copa Davis, que será cuando haya que presentar el equipo definitivo. Ferrero es una eminencia en el historial de la Davis y ahora acepta un papel secundario con actitud ejemplar. "Ahí estoy yo para lo que ustedes quieran", viene a decir. Ferrero, número uno del mundo en 2003, no está acabado; ni por juego, ni por edad. Tiene 29 años y este mismo año ganó el torneo de Casablanca, jugó la final de Umag y las semifinales de Queen?s, que es el torneo donde las figuras preparan Wimbledon, y además nos sacó las castañas del fuego en la Davis, al ganar su partido ante Israel y, sobre todo, conseguir el punto decisivo ante Alemania.

Un punto de enorme responsabilidad, después de las derrotas de Robredo y de Verdasco ante Kohlschreiber, que ponían la eliminatoria 2-2. Ferrero llevaba cuatro años fuera del equipo de la Davis y de pronto se encontraba con que en sus manos estaba el todo o nada. Como sucedió en Barcelona nueve años antes en aquella final ante Australia; su victoria ante Hewitt nos dio la primera Ensaladera. Después vino la de 2004, en Sevilla, a la que también contribuyó con sus victorias ante Francia y Holanda en las eliminatorias previas. Por todo esto es por lo que digo que Ferrero es una eminencia en la Davis. Nos ha dado mucho y ahora está en condiciones de seguir dándonoslo. Sea de reserva o de titular. Porque fallar, no nos fallará.