Nole y Llull, bastiones
Messina entró como un bulldozer, derrumbó la estructura de sus antecesores y en un tiempo récord ha erigido un sólido torreón que se muestra inexpugnable. Nueve de nueve en la ACB y cuatro de cinco en la Euroliga. Júbilo enorme en la familia madridista, porque más aún que las victorias le encanta el modo en que llegan, la intensidad y garra que muestra la plantilla. Remontadas épicas o aplastamientos implacables. Es lo mismo. Lo que nunca falta es el espíritu guerrero ni el juego brillante.
En la renovación, Messina y Maceiras apostaron por veteranos de calidad contrastada. Todos ellos han demostrado ya su valía, el último Travis Hansen. Pero la guinda del pastel está en los benjamines. Frente al peligro de lesiones o cansancio era necesaria buena aportación de los pocos jóvenes del grupo, y en ese sentido la respuesta ha sido extraordinaria. Sergio Llull y Nole Velickovic no sólo ayudan, sino que ejercen de líderes resolutivos cuando los pilares veteranos tienen un día discreto. Sí: son la adrenalina que necesita el conjunto.