Quique no está para apostar sólo por la Copa

Quique no está para apostar sólo por la Copa

No me extraña que Quique se lleve a Nicosia a su artillería pesada. Aunque para el Atlético lo mejor que le podía pasar es perder y olvidarse de la opción de los malos estudiantes que es la Europa League, el técnico sabe que por el Calderón no hay un ambiente propicio para las frivolidades y que cualquier anomalía ante los chipriotas, acompañada por tropiezos ligueros antes de las vacaciones de Navidad, podría provocar que incluso se tuviera que tomar las uvas fuera de la disciplina colchonera. El presidente Enrique Cerezo ha cambiado de opinión y hoy se meterá la paliza de avión para estar con su gente. Pese a transmitir sensación de tener todo controlado, lo cierto es que por las oficinas del Calderón se ha instalado la ansiedad y el desasosiego ante la calamitosa campaña deportiva y la figura de Amorrortu se está agrandando ante los excelentes resultados, partidos y futbolistas que vienen apretando en la cantera.

Me encanta la vuelta de Camacho y la continuidad de Domínguez. La juventud al poder y como único recurso natural para salir del atolladero de los errores propios. Parece que Quique va a cambiar de actitud y desde ahora el que meta la pata se va al banquillo. Los primeros en sufrir esta nueva política van a ser Pablo y Antonio López. Me parece una propuesta adecuada para conseguir que se acaben las excusas y en especial esa falta de concentración en las jugadas de estrategia que casi siempre son goles para los rivales. Es el momento de poner el látigo sobre la mesa, ya que en caso contrario lo de la Segunda no es un juego de niños. Hay que pedir responsabilidades y en esta línea esta campaña espero que se dejen el alma por la Copa del Rey que es lo que motiva a los aficionados, que llevan catorce años sin darse un homenaje en Neptuno. Lo de hoy ante el APOEL me parece una anécdota para disfrutar de fútbol y goles.