Las dos caras interistas
El Inter lleva años levantado grandes expectativas a cuenta de sus fichajes, casi siempre jugadores extraordinarios. Pero ha obtenido poco retorno de tanta inversión, sobre todo en Europa. Mientras que en el calcio se muestra intratable (es el único líder de las ligas europeas, junto con el Chelsea, que tiene cinco puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor) en la Champions da siempre la sensación de que se va a salir en la próxima curva. Porque el Inter, que tiene dos Copas de Europa en sus vitrinas (1964 y 1965) lleva 45 largos años sin levantar la copa de las copas, y 38 sin alcanzar siquiera la final. Los gloriosos tiempos del Inter de Helenio Herrera (HH) y Luisito Suárez, ambos llegados desde el Barcelona, quedan ya muy lejos, tanto que se pierden en la memoria, igual que pierden los ancianos los recuerdos de su primera comunión.
Pero el Inter siempre es enemigo. Y hoy más. Porque en el fútbol influye mucho la motivación. Hoy hay dos protagonistas que la tendrán por las nubes: Mourinho y Etoo. El primero llegó a Barcelona como traductor de Robson y hoy puede salir como verdugo culé. El camerunés puede y quiere ser su herramienta. Samuel Etoo también tiene deseos de vendetta. No con el club ni con sus seguidores, a los que respeta y puede que hasta ame; pero sí contra Guardiola, que le mostró la puerta de salida, la puerta de atrás. El caso es que el Inter, desde los tiempos de HH, tiene una impronta azulgrana que le persigue hasta hoy, con Mou y Etoo. Y con alguno más: la última final de la Copa de Europa disputada por el Inter fue en 1972. Perdió contra el Ajax, un equipo en el que ya despuntaba un magnífico jugador: Cruyff, hoy seleccionador de Cataluña...