Raúl firmará la década prodigiosa

Raúl firmará la década prodigiosa

Por fin el calendario nos da una tregua. Jugar en el Calderón es como afrontar un amistoso con público. No perdemos allí desde el siglo pasado. El Atleti es un bálsamo en nuestras vidas porque sabes que juegues bien, mal o un pimiento, vas a ganar sí o sí. Medirse al Atleti es como la escena de Parque Jurásico en la que los científicos ponen una tierna ovejita como cebo para atraer al Tiranosaurio Rex. El gigante no dejó ni las pestañas del animalito. Pues eso.

Manolete, no escarmientas y ya me preocupa porque en el fondo te aprecio. Todos los años empiezas el verano diciendo que vais a ganar todo y que Neptuno bailará la jota mientras levantáis la Champions y la Liga. En septiembre ya te veo agachar la cabeza, en octubre pides la dimisión de Pitarch y Amorrortu, y en noviembre directamente te inmolas, anuncias que nunca más irás al Calderón y pasas a dedicarte a la cría de mejillones de agua dulce. No seré cruel, pero te recuerdo tu profecía del 23 de agosto: "Este año tocaré el cielo porque mi Atleti va a ganar la Champions en el Bernabéu, con Roncero llorando a mi lado". Pues va a ser que no, majete.

De chiste.

No me extraña que los niños de la ciudad ya hayan puesto de moda en los colegios el último chiste: "Papá, papá, ¿por qué eres del Atleti?". Normal. La mayoría son de Raúl y Casillas, de Kaká y Cristiano, de Ramos e Higuaín. Futbolistas de verdad. Y si miras al banquillo, la goleada es de escándalo. De hecho, los dos mejores equipos de la capital son el Madrid y los suplentes del Madrid. Luego están el Getafe, el Rayo, el Alcorcón... ¡Y tu Atleti!

Raúl regresa como El Cid para apuntillaros otra vez. Raúl es inmortal y hoy volverá a gritar sus goles en ese fondo norte que le teme más que a la Gripe A. Capitán, ¡cómetelos!