La plantilla está loca con Quique
La valía de Quique no se discutió cuando llegó al Atleti. Se conocían su inteligencia táctica, su preciso estudio de cada rival, su obsesivo control de la alimentación y el peso de los jugadores... Pero había una duda: la faceta psicológica, cómo lograría recuperar a un vestuario en el que convivían sin especial cohesión futbolistas deprimidos, apáticos, enfadados y despistados. Derrotas andantes. Bueno, pues el Quique líder de grupo está respondiendo y se nota en cada entrenamiento, cada viaje y, por supuesto, en el césped.
Abel siempre puso distancia con la plantilla: yo y vosotros, entrenador y jugadores. Así, cuando llegaron mal dadas la grieta se hizo abismo. Ahora, Quique habla de nosotros y los futbolistas se sienten más implicados. Mientras Abel veía los entrenamientos a distancia junto a Santi, él participa como uno más. Dos métodos diferentes y ninguno infalible, pero en estas circunstancias urgía la inyección anímica del nuevo técnico. Reyes, Kun y Maxi ya han cantado sus virtudes. Veremos lo que les dura, pero para hoy basta. Seguro que el Madrid desearía que el derbi hubiera sido diez días antes. Quique ha llegado justo a tiempo.