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No es fácil crecer a la sombra del Real Madrid y del Atleti. No es fácil porque a las vedettes no les gusta compartir focos y menos beneficios. Y es eso lo que da la medida de lo que realmente significa que el Geta siga en Primera. Miremos a Europa. No hay club que sea capaz de crecer en Liverpool a la sombra de los reds y del Everton, ni en Turín con Juve y Torino, ni en Milán con Inter y rossoneri. Tampoco hay un tercer club de máximo nivel en Roma, ni en París ni en Múnich. No es fácil en un jardín pequeño quitarle el riego al árbol grande. Es más, quisiera ver a muchos de esos equipos europeos aguantar una convivencia al lado de Madrid y Atleti.

El Getafe de hoy, cuyo primer nombre fue Peña Madridista Getafe (en 1976), ya no tiene sólo alcance local. Está firme en Primera, llega a finales de Copa (dos) y casi le pinta la cara al Bayern en la UEFA. Y sus colores no son blancos ni rojiblancos. Camina solo.