Szendrei, historia viva del cadismo
L os cadistas jamás olvidaremos un 19 de junio de 1991. Esa noche, el Cádiz se jugaba ante el Málaga su permanencia en Primera mientras que el conjunto costasoleño buscaba el salto a la máxima categoría de nuestro fútbol. Tras acabar la eliminatoria en empate, ambos clubes ponían en juego toda una temporada desde el punto de penalti. Tras la correspondiente tanda de cinco lanzamientos, continuaban igualados y se pasaba a depender del acierto de los guardametas. En la portería del Cádiz, un húngaro que años antes triunfó en el conjunto malacitano. De Pepe Szendrey dependía si el Submarino continuaba o no en Primera, categoría en la que siempre lograba quedarse en el último minuto. Llegado el momento, y con el estadio mudo, Szendrei rechazaba el último lanzamiento ejecutado por Emilio.
Mientras el jugador del Málaga rompía a llorar, l portero cadista era cogido a hombros por compañeros y aficionados que asaltaron el campo. Fue una noche inolvidable para quien ayer nos acompañaba en la Tertulia de El Faro. Ha llovido mucho. Sin embargo, Szendrei siempre regresa en vacaciones. Cuando nuestro equipo realizó las pretemporadas en Decebren y Budapest, él fue el embajador de los nuestros. Su carácter afable y sus muchas virtudes como persona, hace posible que no pocos tengamos el privilegio de considerarnos sus amigos. Con la presencia de Szendrei rememoramos los mejores tiempos de nuestro Cádiz. es parte de la historia del club.