Brawn sí que es el campeón

Mientras que el mismísimo 'Times' se preguntaba ayer '¿Es Jenson Button el peor campeón de la historia?', de lo que yo no tengo duda es de que si alguien es acreedor de estos éxitos, los títulos de pilotos y constructores, es Ross Brawn. Su primer mérito fue hacerse cargo del marrón inconmensurable de una escudería de F-1 a la deriva, abandonada a su suerte por un gigante como Honda. Tuvo la valentía de dar un paso al frente y jugárselo todo, patrimonio y prestigio, en un proyecto por el que nadie daba un euro (y nunca mejor dicho). Eso es confianza en uno mismo y en tu equipo humano.

Además, este genio británico nos ha vuelto a demostrar que tal calificativo no es gratuito. Fue capaz de meterles un gol por toda la escuadra a sus temibles rivales, construyendo un coche que siendo declarado legal era muy superior al resto por su difusor mágico. Vio la luz donde los demás sólo vislumbraban el vacío, lo que sirvió para que Button disfrutara de una mecánica inalcanzable en la primera mitad del Mundial, suficiente para cimentar unos títulos que ya nadie les puede arrebatar. Así que si alguien es el verdadero campeón, ése es Brawn...