El Milán se ha vuelto brasileño
Esperando el gran desafío con el viejo amigo Kaká, el Milán vuelve a ser brasileño. Un penalti de Ronaldinho acabó con la sombra de una peligrosísima derrota frente al Roma y, once minutos después, un golazo de Pato subió el 2-1 al marcador gracias al cual el brasileño del banquillo, Leonado, pudo festejar una victoria más importante de lo que parece. Fue una victoria que vale triple por la difícil situación del equipo, que iba perdiendo en su campo al final del primer tiempo y estaba a sólo tres puntos del descenso. Es importante para su futuro en la Liga porque ahora tiene sólo tres puntos menos que la Juventus y puede soñar, como mínimo, con el tercer puesto.
Pero el aspecto más importante es la moral, que ha subido mucho antes del partido del Bernabéu. Gracias a las intervenciones de otro brasileño, Dida, que volvió a la portería por la lesión de Storari, el Milán ha entendido que puede soñar con el milagro de una victoria frente al equipazo de Pellegrini. La reconciliación con el gol de Pato, los movimientos de Ronaldinho en la segunda parte y la tranquilidad de Nesta en la defensa son las claves para lograr un resultado positivo. El Milán no está muerto, sigue estando enfermo pero está vivo. Cuidado Madrid, este equipo siempre se transforma en Europa.