Odriozola nos deja en evidencia

Odriozola nos deja en evidencia

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), con sede en Lausana, nos ha sacado los colores. En materia de dopaje, además. Y luego queremos que por ahí se crean que luchamos contra el dopaje con todo rigor. Pues tururú, nos dicen. Y todo por culpa del empecinamiento de Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo, vicepresidente del COE y amigo de Lissavetzky y Rubalcaba, a quienes no ha hecho precisamente ningún favor. Se empeñó en proclamar que Josephine Onyia era inocente de los dos positivos que dio el pasado mes de septiembre y no quiso sancionarla. La IAAF llevó el asunto al TAS y éste ha dictado que se aplique la sanción. Ya no es que escondamos positivos, es que hasta los pretendemos negar.

Y digo esconder, porque cuando la IAAF comunicó los positivos en vísperas de los Europeos en pista cubierta, Odriozola y Blanquer, entrenador de Onyia, acordaron que la atleta no participara alegando gastroenteritis. Salió corriendo por la puerta de atrás, tal y como hacían los atletas de la RDA y la URSS en los tiempos más siniestros del dopaje. Pues este no es el camino. Odriozola es responsable de esta vergüenza que estamos pasando y de esta imagen que estamos dando. Y no es un caso aislado, que aún está reciente el positivo de Yesenia Centeno, otra atleta nacionalizada. Pues que tomen nota los amigos de Odriozola. Se nacionalizan atletas con urgencia y luego salen huyendo tras dejarnos en evidencia. Con Muehlegg no fue bastante para aprender.