Un proyecto que espanta a la afición
A pesar de la ligera mejoría experimentada en Mestalla y a la espera de lo que pase ante el Oporto, el inicio de la temporada no puede ser más descorazonador. Sólo han sido necesarias cinco jornadas para comprobar que el equipo no está lo suficientemente trabajado para ser competitivo de verdad. La defensa es, sencillamente, inexistente. Un auténtico coladero. Es ya un asunto exasperante. ¿Es que no lo ven? ¿Cómo es posible empezar la temporada con semejante lastre? Es increíble que no se hayan puesto soluciones a una de las peores defensas del campeonato desde hace años. Inadmisible e indignante.
Con ser triste nuestra situación defensiva, tal vez salvaríamos los muebles con un centro del campo mínimamente solvente. Cosa que tampoco tenemos. Jurado hace lo que puede, lo mismo que Assunçao, pero no es suficiente. Lo de Cléber es irritante. No hay nadie que dé sentido a nuestro juego. En definitiva, un equipo cogido con alfileres que a la mínima pérdida de confianza, hace aguas por todas partes. Lo fácil será lo de siempre, cargarse a Abel. Pero la culpa no es toda de él. La responsabilidad hay que buscarla en los que han diseñado este mediocre proyecto que está logrando ahuyentar a la afición más fiel.