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El Atleti mejora, pero lo de su defensa no tiene arreglo

Sorprendentemente, a este Atleti le sigue fallando la puntería. Marró dos clarísimas el ejemplar Agüero, que aterrorizó solito a Alexis y Dealbert de la misma manera que Villa hizo lo propio con Perea y Ujfalusi; son dos delanteros descomunales. Estuvo irreconocible Forlán, que hasta en su actual duermevela suele marcar sin titubear las ocasiones que ayer echó fuera. Y Maxi, que al final se resarció, también flojeó en la virtud que le sostiene hoy en día: la definición. El curso pasado, este partido loco con dos de las zagas más folclóricas que uno recuerda, lo hubieran ganado los rojiblancos 4-5. El curso pasado, cuando todo lo que tocaban sus puntas acababa en la red. Aquello no era normal, como tampoco lo es esto. La mala racha pasará y permitirá al Atleti sacar más rendimiento de la mejoría general que mostró ayer. La delantera no será el problema a medio plazo. La defensa sí, esa tiene pinta de guiarle hacia la tumba.

Otra vez, los dos goles nacieron de pases a la espalda de esa defensa adelantada que Abel ensaya día tras día desde hace meses, pero que en vez de mejorar empeora. Ujfalusi demostró que esos viejos chistes machistas sobre las chicas y el fuera de juego no tienen sentido: los que no lo entienden son los jugadores del Atleti. Para ayudar, los medios regalaron a Banega y Silva tiempo y espacio para pensar y ejecutar el pase, como si en vez de dos superclases fueran dos tuercebotas: gol y gol. Luego Abel hizo cosas raras como mandar a los leones a Valera ante Mata, Silva y compañía y dejar otra vez en el banquillo a Juanito, el central más fiable que tiene. Por cierto, para "No ficho porque no hay dinero" Pitarch, el Valencia incorporó gratis este verano a Bruno y a Mathieu, que no serán Cafú, pero mejorarían lo que tiene Abel. Todo este desbarajuste defensivo es el verdadero problema y no se atisba solución: los jugadores no dan la talla y el sistema no funciona. Como siempre, los delanteros tendrán que acudir al rescate.