Hace falta una reacción como la del final de la pasada Liga

E l proyecto del Atlético para esta temporada está mal parido desde antes de acabar la campaña anterior. La renovación de Abel se produjo tras divisiones internas y con Schuster, Quique y Juande esperando una llamada de teléfono que alguno de ellos todavía aguarda. Abel no parecía tener toda la confianza de la cúpula dirigente y no sé si la de Pitarch, a tenor de la plantilla que le ha confeccionado: seis centrales (siete, si no se llega a ir Heitinga cuando ya se había cerrado el mercado para fichar) y sólo dos laterales (Valera y Antonio López). También hay abundancia de mediocentros, aunque con dos (Raúl García y Camacho) no ha podido contar, salvo con el primero en el estreno. Otro dato, para la banda derecha sólo está Maxi (únicamente ha marcado en Champions, al Oporto y al Panathinaikos), aunque ahí ponga también al tercer delantero, Sinama, alguna vez incluso hasta de lateral.

Todo ha sido una sucesión de decisiones equivocadas, que hasta paga el Atlético B. La descompensación de la plantilla ha hecho que Abel le quite a Keko y Koke, lo que debilita al equipo de Antonio Rivas. Resulta curioso que Koke sea el que más ha utilizado de los del filial y luego no haya podido ser inscrito en la Champions por la normativa de UEFA que distingue entre equipo filial y dependiente. O sea, que eso ha llevado al equipo a comenzar una Liga casi tan mal como la del año del descenso a Segunda y sumar un solo punto en la liguilla de Champions. Hay que aplicarse y reaccionar como al final de la pasada Liga cuando encadenó seis triunfos seguidos tras ser goleado en Santander.