Cristiano cambiará la historia

Cristiano cambiará la historia

De niño, me hice del Madrid por múltiples razones fáciles de deducir. El blanco impoluto de su camiseta, el impacto escénico del Bernabéu, una Sala de Trofeos que no cabe ni en el Museo del Prado, la frente ensangrentada de Benito, las arrancadas memorables de Pirri, los vuelos sin motor de Santillana, los face to face de Juanito, los bemoles de Stielike, el jersey verde de Miguel Ángel y, aunque me pillase todavía en los primeros cursos de la EGB, por los caracoleos de Amancio en su última recta y la elegancia de Velázquez, digna de alguien con un apellido tan artístico. Pero hubo algo más. Del Madrid siempre me sedujo que marcase goles decisivos en el último minuto, cuando los partidos agonizaban. El Madrid nunca se rendía. Excitante ser de un equipo así...

Cristiano es tan bueno, enérgico, poderoso y fiable que va a incorporar una faceta nueva a ese rosario interminable de razones por las que la mayoría de los niños son del Madrid. Cristiano nos ha enseñado que puede morder desde que llega el plato a la mesa. Para él no existen los minutos de tanteo. Se lanza a la yugular del enemigo nada más sacar de centro. Tiene el gol metido entre ceja y ceja desde el túnel de vestuarios. Golpea primero y mata la emoción. Pero nos dará títulos y grandeza...