Manicomio atlético en caída libre

El despropósito colchonero va en caída libre. Un Almería valiente dejó en evidencia a una de las peores defensas de la historia del fútbol. Es imposible hacer las cosas peor y el manicomio que dirige Abel no sabe el límite de sus incompetencias. Desde el banquillo al palco nadie sabe qué decisiones tomar y los únicos que siguen dando lecciones son los aficionados. Hugo Sánchez supo mover con habilidad sus piezas y siempre procuró presionar muy arriba ya que sabía que de esta manera ahogaba las pocas luces de los madrileños. El penalti fallado por Forlán fue una mera anécdota. Lo grave es que nunca se manejó el encuentro, las dudas comenzaban en la zona trasera, las posiciones de algunos jugadores atléticos fueron incomprensibles, comenzando con Agüero en el banquillo y terminando con Jurado por la banda izquierda. El Atlético ha caído en una dinámica perdedora y es el momento de tomar decisiones y no seguir mirando las moscas.

El empate es más que justo, ya qué solamente hubo un conjunto que sabía a qué jugaba, que era el Almería y si Cruxat llega a estar fino los tres puntos hubieran volado. No se puede salvar nada y el panorama se antoja muy negro. Menos mal que la ex pareja del Mallorca, Cléber y Jurado, dieron algo de alegría. La ansiedad, nerviosismo, miedo, y acciones sin sentido presiden a una plantilla fuera de órbita y que no sabe lo que tiene que hacer. Pobre equipo y es que no hay nada escondido que te permita alimentar la esperanza. Apostar por seguir con un equipo cogido con alfileres trae sus consecuencias. Perea, Pablo, Juanito y Antonio López resumen el compendio del pésimo estado atlético. Abel está en el punto de mira.