Mosley se ha cobrado otra pieza

Ninguna sorpresa... malas noticias. El Consejo Mundial de la FIA fue incapaz de enmendar la plana y demostrarle al mundo que en la Fórmula 1, en el deporte, en la vida, quien la hace, la paga. Una tropelía de la magnitud de lo ocurrido en el GP de Singapur del año pasado se resuelve entregándole a Mosley la cabeza de Briatore en bandeja de plata. Renault se reconoce culpable, pero su sanción queda en suspenso; Piquet se estrella voluntariamente, pero tiene inmunidad; eso sí, Symonds, el más pringaó de todo el escándalo, paga los platos rotos y se queda sin trabajo durante un lustro. Nos conformaremos con eso...

Así es la justicia al estilo FIA. No debemos sorprendernos, porque ya habíamos vivido disparates similares con anterioridad y el pacto previo con Renault invitaba a pensar que nada iba a cambiar ahora. La única esperanza que nos queda es que Mosley tiene los días contados como su presidente y quizá quien le sustituya, Todt o Vatanen, sea un poco más honesto. Y el otro consuelo que saco de esta completa tomadura de pelo es que quienes dudaban de Alonso quizá dejen ya de hacerlo.