Lo mejor de la Vuelta ha sido el podio
Al final, con lo que nos vamos a quedar de esta Vuelta a España, con el recorrido que se había planteado, es con el podio final que veremos hoy en Madrid. Un cajón con una calidad y un talento inmensos: ganador, Alejandro Valverde; segundo, Samuel Sánchez; y tercero, Cadel Evans. Tres fueras de serie, que acumulan un oro olímpico, podios en grandes rondas como el Tour de Francia y la Vuelta, y victorias en clásicas de prestigio y categoría mundial. Los organizadores se estrujaron los sesos para crear un trazado atractivo, que pudiera darnos etapas de montaña espectaculares, que a la postre han resultado intrascendentes, ya que ninguno de los favoritos atacó ni se movió. Estamos en septiembre y las fuerzas andan ya muy justitas.
Recomendaría a los rectores de la carrera que se planteen seriamente el cambio de fechas al mes de abril, porque, si no, seguiremos siendo el último recurso para los ciclistas de más clase del pelotón, los que no se han exprimido en el Giro de Italia o en el Tour, los que preparan el Mundial sin interés de disputar la prueba, o los que no han cubierto los objetivos de la temporada. Los que sí estaban centrados en ganar la Vuelta, caso de Valverde, Samuel, Evans, Mosquera, Gesink o Basso, son los que le han dado lustre, aunque un pinchazo del australiano en Sierra Nevada nos privara de verle de lleno en la pelea por el maillot amarillo, como las caídas que mermaron al gallego y al holandés. Valverde será el justo vencedor, pese a que haya corrido con la calculadora.