Briatore empieza su contraataque

Briatore empieza su contraataque

Estaba cantado, era sólo cuestión de tiempo. Briatore andaba calladito, agazapado a la espera de comprobar cómo se desarrollaban los acontecimientos del 'Piquetgate'. Cuando ya ha tenido lo suficientemente claro que la cosa se complicaba, que el escándalo tomaba un cariz tan feo como era fácil pronosticar, ha salido de la trinchera y ha iniciado su contraataque. Y lo ha hecho con toda la virulencia que se puede esperar de un personaje como Flavio, acostumbrado a desenvolverse en el fango más pegajoso del mundo de la empresa y las carreras. Personalmente no me gustaría tenerle de enemigo, así que tengo dudas serías sobre si Nelsinho ha valorado con precisión las consecuencias que le puede acarrear su pataleta de niño malcriado.

Porque Briatore no se anda por las ramas. Las acusaciones del piloto brasileño y su padre campeón del mundo son gravísimas y, claro, le han escocido al jefe de Renault, que además se teme que todo este lío sea un argumento más para que la marca del rombo reconsidere la conveniencia de su continuidad en un deporte con ambiente de nido de víboras. Así que Flavio ha sacado a tender todos los trapos sucios de Nelsinho, los deportivos y los que no lo son, abriendo la caja de los truenos y dejando en una situación aún más delicada al brasileño. Y al margen de sus explicaciones sobre la orientación sexual de Piquer Jr. (que nada tienen que ver en lo que nos ocupa más allá de que haya podido alimentar la venganza del piloto), lo cierto es que lo que dice Briatore tiene mucho sentido: es un crío consentido, que no admite sus limitaciones como piloto y que está acostumbrado a que el mundo gire en torno suyo. Mal planteamiento para hacerse un hueco en la Fórmula 1.