Con un pan debajo del brazo...

Con un pan debajo del brazo...

Ferrari lleva tiempo queriendo fichar a Fernando Alonso y por fin lo ha conseguido. Casi estaba escrito en su destino: el mejor piloto con la mejor escudería. El asturiano se incorporará así a uno de los equipos míticos de la Fórmula 1, a una leyenda que puede flaquear pero nunca rendirse, justo lo que él necesita para que su descomunal talento encuentre un escenario idóneo para desarrollarse en toda su plenitud. Pero, además, llega a Maranello con un pan debajo del brazo. El Banco Santander también pretendía estar con los mejores y se une a la fiesta, realizando una aportación económica que es toda una declaración de intenciones. Nada menos que 45 millones de euros por cada una de las cinco temporadas de vigencia del acuerdo. Ahí queda eso...

En los tiempos que corren no es fácil encontrar un socio como el Santander. Ni siquiera para Ferrari. Por eso me parece muy significativa la cifra que el banco destina a este patrocinio, porque deja claro que su ambición es la de los ganadores. Este triunvirato no nace para pasar de puntillas por los grandes premios, lo hace con la intención de establecer un nuevo orden, una hegemonía teñida de rojo que debe llevar a cada uno de sus protagonistas a la excelencia: a Ferrari y Alonso en lo deportivo, al Santander en expansión internacional y conocimiento de marca desde ese mismo éxito en los circuitos. La verdad es que el proyecto me parece apasionante, una sociedad que no digo que vaya a ser imbatible pero sí temible. Y de la que todos vamos a disfrutar mucho con ella.