Otro escándalo en la F-1 sin ningún sentido

Otro escándalo en la F-1 sin ningún sentido

La Fórmula 1 se enfrenta a un nuevo escándalo y éste con matices realmente desagradables. Ya he comentado que las acusaciones de los Piquet, padre e hijo, van mucho más allá de una simple irregularidad deportiva, ponen en tela de juicio la honestidad de un equipo como Renault y su total ausencia de escrúpulos, señalando a Briatore y los suyos prácticamente como presuntos homicidas, capaces de hacer estrellarse a un piloto con un Fórmula 1 para disfrutar de la gloria efímera de un triunfo. Todo esto suena a ciencia ficción, pero es una realidad de la que ya llevamos hablando dos semanas y nos queda, cuanto menos, otro tanto...

Lo que también es increíble es que, a día de hoy, todos los indicios que parece manejar la FIA apuntan exclusivamente a las declaraciones de Nelsinho. Lo que es lo mismo, la palabra de un niñato enrabietado porque se le ha acabado el chollo de correr en los grandes premios cuando no tenía talento para hacerlo. Salvo revelaciones inesperadas en el Consejo Mundial, los comisarios que han intentado recabar pruebas no lo han conseguido, más allá del testimonio interesado del brasileño. Es decir, todo este lío porque Piquet se ha empeñado en complicarle la vida a su antiguo jefe. Esperemos que la idea no se ponga de moda, que no cunda el ejemplo de este impresentable, porque como a cada piloto que se marche de la Fórmula 1 le dé por poner a airear los trapos sucios... apañados vamos.