Italia nos animó la Vuelta
La jornada de ayer fue bonita gracias a la calidad de dos italianos: Basso y Cunego. El líder del Liquigas fue el único de todos los favoritos que movió la carrera. Puso a su compañero Szmyd a tirar del pelotón con un fuerte ritmo y luego remató con un ataque que reventó a los que no iban bien. Basso estuvo ambicioso y generoso, demasiado en mi opinión, ya que al final cedió unos segundos en la meta. Por su parte, Cunego resurgió de sus cenizas. Hacía tiempo que no le veía escalar con la facilidad de ayer. Sin embargo, no creo que su objetivo sea disputar la Vuelta, sino preparar el Mundial.
Lo bueno, que la carretera ha dejado claro que los aspirantes a la victoria en Madrid vienen a por todas: Evans tiene piernas para estar arriba; Gesink es un ciclista con ambición, como Basso; y los españoles Samuel, Valverde y Mosquera no han cedido ni un milímetro. Los que se descartaron fueron Andy, retirado, y Frank Schleck. No importa, la Vuelta necesita hombres, no nombres, y prefiero al Andalucía dejándose la piel que a otros de paseo.