Ahora ya no cazamos fantasmas

A millones de aficionados le suena a chino lo del penalti fallado de Eloy en México. Pero a los que tenemos cierta edad aún nos salen granos cuando vemos la camiseta de Bélgica. Ellos arruinaron la gloria de la Quinta del Buitre a nivel de Selección, como el PSV lo hizo en la Copa de Europa. Lo mejor de todo es que los que defienden ahora la camiseta nacional también son ajenos a aquella desgracia que nos costó un campeonato. Me decía Luis en Suráfrica, durante la Confecup, que este grupo tiene metido entre ceja y ceja ganar el próximo Mundial. Fue lo primero que le dijeron al técnico tras levantar la Eurocopa en Austria. Eso habla de la ambición de una generación que no carga con traumas pasados ni sabe de frustraciones.

Porque lo fundamental es que hace tiempo que se convencieron de que son buenos y pueden ganar a cualquiera. Por eso lo de hoy debería ser un trámite, como el del miércoles ante Estonia. Una cosa es que Del Bosque sea cauto y otra que nos acabemos engañando todos. España será uno de los primeros países en lograr el billete mundialista y será también claro favorito el próximo verano en las apuestas. Nos lo hemos ganado en el campo. A diferencia de otros tiempos, ahora polemizamos sobre si hay que meter un jugón más en el centro del campo o debemos mantener dos delanteros. ¡Bendito problema! Lo que nadie discute es si tenemos que jugar siempre en campo contrario, buscar el segundo gol cuando ya hemos marcado el primero y darle un exquisito trato al balón. Parece obvio, pero hace años era impensable.