Cae la noche sobre el Calderón
Jesús García Pitarch tiene la habilidad dialéctica de los sofistas griegos, es capaz de sostener una cosa y su contraria. El Consejo de Administración de la SAD debiera aprovechar ese don para explicar las cosas que se van a hacer y no para justificar lo que se ha hecho (o lo que se ha dejado de hacer). Esta vez, Pitarch no pudo ni empatar con la prensa: no tenía defensa.
Si será buen futbolista Heitinga que pagan 7 millones por él y sigue siendo titular de su selección con las rodillas al bies. Faltan laterales. Ujfalusi no puede jugar de lateral en este equipo porque es el más solvente de los centrales, por ahora. Centrales sobran y a la mayoría les van a superar pronto los de la cantera, esa que se pasea por Valdebebas. Para hacer excelente a la pareja de medios centros, y excelente al equipo, falta un pensador. Hace unos años llegó de Grecia, del Panionios (anda que he dicho el Milan) uno así, un jugador tecla que todo lo mejoró. Por 400 mil euros. Un tal Pantic. Tengo para mí que sin un destrozo económico hoy habría lateral, medio y punta, una plantilla redonda. Sabemos que el primer triunfo es mantener la formación, pero ¡almas de cántaro!, cómo vamos a competir en tres campeonatos así.
Si la gripe B toca al Kun y la tosferina al uruguayo ¿qué hacemos? ¿Y qué hacemos los domingos anteriores y posteriores (especialmente los previos) a los partidos de sus selecciones? Yo se lo digo: morir por Dios. Es la primera vez en mi vida, lo juro, que empiezo la liga seguro de que no vamos a ganarla. Intento racionalizarlo, llevo mucho tiempo en esto, sé que atribuir todas las responsabilidades a una persona, Pitarch, es una barbaridad y una injusticia, sé que un resultado todo lo cambia; pero aún más que en el fútbol, llevo en el Aleti y jamás, nunca, había visto pasar de la indiferencia a la cólera a tanto colchonero. Está cayendo la noche sobre el Calderón.