Un descanso atípico, pero agradecido
La etapa de ayer en Lieja es una de esas en las que no se gana una Vuelta a España, pero sí se pierde. Así le pasó a Ezequiel Mosquera que fue uno de los peores parados de la caída de ayer y que tendrá que sobrevivir para hacer valer su calidad en la montaña. Hoy llega la jornada de descanso que es una de las más atípicas de las últimas vueltas por dos motivos: uno, es tan sólo cuatro días después de comenzar la carrera y, el otro, hay una desplazamiento muy grande (de Bélgica a Tarragona) para los ciclistas.
El descanso siempre es bueno (y más para los corredores magullados), pero al haber transcurrido poca carrera la mayoría de los ciclistas tendrán que activarse hoy un buen rato. Salir una o dos horas a rodar, recibir masaje y descansar del viaje. El trayecto en avión hace que no descanses igual, te prives de algunos cuidados y también que las comidas y los ritmos de sueño no sean tan estrictos como se debería. De todas formas está bien que se descanse, sobre todo, tras la caída masiva de ayer. Los afectados tendrán tiempo de recibir cuidados intensivos de los médicos y tendrán un día de tregua para reposar sus magulladuras. Por el bien del espectáculo, esperemos que Ezequiel y los demás vuelvan a estar al 100% de facultades.