Una Vuelta extraña y atractiva

Una Vuelta extraña y atractiva

Finalizados los Mundiales de atletismo, el ciclismo pide paso con la Vuelta. Empieza hoy. En Holanda. ¿En Holanda? Sí, en Holanda. Como el próximo año lo hará el Giro y el Tour. Holanda es un país ciclista y paga mucho dinero porque las tres grandes salgan de su país. En tiempos de crisis nadie es capaz de decir que no a una oferta con la que se cubre gran parte del presupuesto. Es cierto que se desvirtúa parte del recorrido y el propio nombre de la Vuelta, pero hace tiempo que el deporte no conoce fronteras. Por eso la Vuelta no se ruboriza en internacionalizarse. A efectos televisivos, que es lo importante, todo va a ser igual. La Vuelta la vamos a ver aquí como si transcurriera por cualquiera de nuestras autonomías.

Van a ser cuatro etapas, la última con final en Lieja (Bélgica). Por recorridos de gran tradición, por donde pasa la Amstel Gold Race y la Lieja-Bastoña-Lieja. Y tras esta concesión a un país cuyos niños bien saben dónde está España, porque desde aquí llega cada mes de diciembre San Nicolás cargado de regalos, la Vuelta iniciará un duro recorrido por la costa mediterránea, sin grandes puertos pero sobre terrenos quebrados. Se adentrará en Murcia a la búsqueda de Andalucía para subir después por La Mancha hacia los clásicos puertos de Gredos y de la sierra madrileña. Se trata de una Vuelta sin Pirineos y sin los colosos asturianos, pero plena de montañas para que los ciclistas den espectáculo. De ellos dependerá.