Un derbi histórico y brasileño
El de esta noche es un derbi histórico. No porque por primera vea después de 25 años no esté en el campo el legendario Paolo Maldini o porque falten los españoles Kaká e Ibrahimovic. Lo raro es que nunca se había jugado un derbi de liga en agosto, cuando muchos aficionados aún están en la playa. Aunque el resultado no vaya a ser determinante como en pleno campeonato, quien gane podrá mirar al futuro con mucho más optimismo. En este sentido, el equipo que arriesga más es el Inter porque una derrota le pondría a una distancia de cinco puntos del Milán, abriendo una pequeña crisis por el ambiente lleno de tensión que siempre reina en este club.
A pesar de la nostalgia por la salida de Kaká (mientras nadie añora a Ibrahimovic), este es un derbi más brasileño que los del pasado. Al Milán ha llegado un entrenador como Leonardo además de un defensor como Thiago Silva al centro de la zaga, mientras el Inter se ha reforzado con Thiago Motta y con el capitán de la canarinha, Lucio. Y es posible que un brasileño sea el hombre clave, porque Ronaldinho ya decidió el derbi del año pasado y quiere triunfar una vez más para darle la razón a Berlusconi.