Estoy viendo a nuestra mejor Selección de baloncesto de siempre. Y ya es difícil, que ha sido campeona mundial y subcampeona olímpica y europea. Según aumenta el nivel del rival, con mayor estrépito cae: 89-71 a Eslovenia, 100-74 a Lituania y 102-79 a Israel. Esta Selección me recuerda a la que nos cautivó en el Mundobasket de Japón. Sacara a quien sacara Pepu a la cancha, el cambio no se notaba. En esta viene a suceder lo mismo. Sale Claver de titular y es el mejor de los cinco, sustituye el alicaído en el Madrid Raúl López a Ricky y el juego no decae, tiene que jugar Llull de 2, posición que le hundió con Plaza, y en la Selección es un fenómeno, juega Garbajosa y está hecho un chaval... Y todo esto con Pau Gasol en el banquillo.

Así no hay rival que se nos resista. Ni Israel, que tuvo buenos momentos y llegó a apretar el marcador. Pero en cuanto nos ponemos serios y se enlazan tres o cuatro jugadas, ya no hay quien nos pare. Si es que nos ponemos a jugar y apenas hay diferencias entre los jugadores NBA y ACB de lo bien que lo hacen todos. Aunque también es verdad que tenemos muchos NBA o ex NBA. En la segunda parte coincidieron Ricky (querido por la NBA), Rudy (NBA), Navarro (ex NBA), Garbajosa (ex NBA) y Marc Gasol (NBA) y hubo momentos de auténtico festival. Ahí pegamos el arreón (72-55) e Israel quedó contra las cuerdas. Va a suceder en todos los partidos. Porque es una Selección con mucha dinamita y mucha ambición.