Lorenzo ha apostado por la prudencia

Lorenzo ha apostado por la prudencia

Ya me estaba imaginando el titular: "España conquista Italia". Presentación de los equipos Marlboro en Maddona di Campiglio, el próximo mes de enero. Fernando Alonso vestido de rojo Ferrari... y Jorge Lorenzo luciendo esplendoroso el de Ducati. Pues no podrá ser. El mallorquín ha preferido ser prudente y apostar por la carta más segura, la de la continuidad en Yamaha. No critico en absoluto su decisión, entre otras cosas porque siempre he defendido que el objetivo número uno para cualquier piloto es convertirse en campeón del mundo. A partir de esos sólidos cimientos, pero nunca antes, se pueden hacer todos los experimentos que se quieran: cambiar de categoría, de marca, de equipo... Así que Jorge tiene que centrarse en ganar el título de MotoGP.

Sin embargo, tampoco puedo ocultar que su decisión me ha desilusionado. Me parecía de una valentía maravillosa aceptar el reto de intentar ganar a Rossi precisamente con una moto italiana, un potro desbocado que, hasta hoy, sólo Casey Stoner ha sido capaz de domar. Me gusta que el dinero no haya sido una prioridad para Jorge y entiendo que prefiera enfrentarse al más grande de todos los tiempos con unos medios muy similares (la Ducati es incertidumbre en estado puro), al manillar de una M1 que controla ya con una mano y con la tranquilidad que siempre da la continuidad. Es joven y tiene mucho tiempo para aventuras... aunque ya digo que a mí me hubiera encantado verle en el podio por encima de Valentino y vestido de rojo.