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Carlos Miranda

No se ve con la camiseta de Pellegrini

Lotina se equivocó una vez y no quiere volver a hacerlo. Hace meses empezó a encajar una goleada en el Camp Nou (5-0), porque él mismo se había rendido días antes en una emisora catalana. Ahora su discurso no admite dudas. Quiere valentía, habla de respeto y recalca que no quiere que sus jugadores rindan pleitesía a Cristiano Ronaldo o a Kaká: "No quiero que a los 20 minutos estemos pensando en a quién le cambio la camiseta" . Este discurso deja traslucir un mensaje de fondo: ve a este Real Madrid a la altura del Barcelona del triplete, pero con matices. Lo único que por ahora no les equipara es el tiempo, y ésa es el arma a favor del Depor. Él sabe que la pegada blanca es infinita, pero que el engranaje de equipo aún falla. Ahí está el resquicio con el que espolear a sus jugadores y reivindicar que él peleará hasta el final y no pensará en la camiseta de Pellegrini.

Este sentimiento de rebelión interna no le ciega, ni le impide reconocer la evidencia. Se descubre ante Raúl hasta en los peores momentos, se rinde ante Kaká y Benzema, y sabe que a Cristiano le hacen faltan espacios y tiempo. Y como buen técnico, no puede evitar una envidia sana por el equilibrio que dan Lass y Xabi a cualquier equipo. Precisamente, el orden será su arma. Pellegrini quiere que sus equipos reinen en el caos, sobre todo en ataque, y mucho más con la dinamita de este proyecto. Una virtud que puede convertirse en defecto. Lotina quiere aprovecharlo para provocar un cortocircuito galáctico.