No es un momento anímico fácil para Fernando Alonso. Sin embargo, asegura que cuando se pone al volante de su Renault le hierve la sangre y entonces sólo existe la competición para él. Y yo le creo... Tras los guiños al optimismo de las últimas carreras, todos pensamos que el R29 está algo mejor dotado para aspirar a un resultado que nos alegre la temporada. Hablar de la victoria parece una quimera, entre otras cosas porque el circuito de Valencia no es especialmente favorable al coche francés. Pero si el asturiano se atreve a pensar en el podio, no vamos a ser nosotros quienes le llevemos la contraria, faltaría más...

Alonso está con ganas y eso es una magnífica noticia. Porque la motivación puede derribar escollos que en otras circunstancias parecen infranqueables. Llegar a correr en casa, en un Mundial con pocas satisfacciones, cuando pudo incluso pensar que quizá no podría estar aquí y jaleado por una afición que le sigue siendo incondicional quizá resulte más valioso que esas décimas de mejora que le pueda dar el nuevo fondo de su coche. Así que cuanto más escucho a Fernando, más animado me siento. No espero milagros porque en las carreras escasean, pero sí estoy dispuesto a disfrutar de todo lo que nos puede deparar este gran premio tan especial. Y espero que ustedes también...