A los chicos les van las remontadas
Nada como ganar con un gol en el último minuto. Te hace sentirte fuerte, te da un subidón de alegría y deja a los rivales tirados por el suelo lamentando la oportunidad perdida. El gol de Llorente le cayó al Athletic como una bendición cuando la gente de San Mamés ya andaba pelín mosqueada por eso de tener que remontar otra vez a domicilio. El Tromsoe fue un rival incómodo, pero los rojiblancos hicieron lo que debían, que no era otra cosa que ganar para permitir a sus hinchas tener una magníficaentrada de noche en el jueves festivo de la Aste Nagusia. Ahora, con ventaja en la pugna, la pelea se decidirá en la alfombra sintética del Alfheinm Stadiom, lo que traducido del noruego viene a ser como el campo de los Elfos. Pues sí, allí tendrán que jugársela los de Caparrós. Será una batalla sobre hierba artificial, que tampoco es algo para llevarse las manos a la cabeza porque el Young Boys también juega en esa superficie y el Athletic (gracias al golito de Muniain) consiguió en Berna su primera victoria del curso en un choque continental.
La empresa, no obstante, será complicada. Estos chicos del Tromsoe demostraron que saben de qué va la película. El gol con el que se adelantaron en San Mamés coincidió en la transmisión de Euskal Telebistacon un anuncio sobreimpresionado del Gran Circo Mundial. ¡No es para tanto!, que la solución es viable. Sobre todo con tipos como De Marcos, que parecen tocados por la varita: se la clavó al Barcelona y ayer repitió con el Tromsoe. Eso es debutar a lo grande.