Un verano con más luces que sombras
Llega la hora de la verdad. El miércoles ante el Panathinaikos nos jugamos gran parte de la temporada. No sólo porque Europa son euros, pero también porque es el mejor escaparate donde exhibirte como uno de los mejores equipos del continente. El equipo, tras asegurarse la permanencia de Forlán y el Kun, y solventada la absurda disidencia de Maxi, tiene hechuras suficientes para hacer un digno papel en la Champions League, también en la Liga y la posibilidad de dar la campanada en la Copa del Rey, competición donde cualquier cosa puede pasar. No podemos aspirar a más. Para ganar títulos necesitamos un plus de calidad en el centro del campo y en la defensa que, hoy por hoy, no son lo suficientemente competitivas.
Entiendo que las dificultades económicas han hecho imposible conseguir mayores refuerzos. No es hora de lamentarse, sino de trabajar para sacar la mayor rentabilidad posible a lo que ya tenemos. La pretemporada ha dejado claro que hemos hecho un magnífico fichaje con Asenjo, que seguimos contando con uno de los mejores ataques del mundo y que la defensa, hoy por hoy, deja mucho que desear. La falta de un jugador relevante en el centro del campo podemos suplirla con el trabajo de Assunçao y los refuerzos de Cléber Santana y Jurado, y atrás veremos si el club logra un refuerzo para el lateral como Eboué o Van der Wiel, aunque sinceramente sigo sin ver la solución en defensa. Esperemos que Abel encuentre la fórmula entre lo poco que tenemos.