Schumi no se arruga...

Schumi no se arruga...

Llevamos días hablando de la magnitud del desafío de Michael Schumacher al decidir regresar a la competición. Lo hace por ayudar a su antigua escudería, lo cual le honra independientemente de lo que cobre por el favor, pero lo más admirable es el valor de ponerse delante del toro, exponer el prestigio del piloto más laureado de la historia ante una jauría de jóvenes rivales ansiosos por demostrar que ya son mejores que él. Lo dije y lo repito: creo que Schumi tiene mucho que perder y poco que ganar en esta aventura.

Otros dos campeones como Lauda y Prost hicieron algo parecido en su día, aunque con matices. En su caso no era un regreso provisional, sino que buscaban reverdecer viejos laureles con el planteamiento general que ello representa en cuanto a preparación y objetivos. No es ése el camino de Schumacher, aunque de lo que no se libra es de ser el centro de atención.