NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los dos disimulan... pero vendrá

Xabi Alonso acabará en el Madrid y su precio dependerá de quién disimule mejor. Florentino se emplea en maniobras evasivas para restarle importancia: antes está la operación salida, hay buenas réplicas en la cantera (Granero) y en el mercado (D'Agostino), nadie más puja por él En realidad, piensa otra cosa: que el fichaje es necesario y va camino de estratégico. Porque la Peace Cup ha sacado a la superficie la falta de un armador, y con quite y pase en el mismo lote quizá no haya ninguno como Xabi. A su manera, sin pretender la condición de galáctico, también es un jugador exclusivo. Y equilibra la pelea en una zona del campo que domina el Barça con sus bajitos. Traerle corre prisa. Cuanto más partidos pasen, peor podrá fingir el presidente.

Al otro lado de la negociación anda Benítez, que en público presenta al futbolista como el centro de la vida del Liverpool y le suplica que recapacite en su idea de salir. Intramuros la historia es otra. Ya le quiso vender el verano pasado por la mitad de lo que pide ahora, a quien ofrece renovar es a Mascherano y lleva semanas buscando aquí (Inglaterra) o allá (Aquilani) un relevo a buen precio. Porque con la venta de Xabi pretende un sustituto y plusvalía para comprar un delantero. Y tampoco le incomoda hacer sufrir un ratito a su ex jefe Valdano. Pugnan dos tahúres, pero hay un interés común, avivado en las últimas horas. Serán ventimuchos o treinta y pocos, pero vendrá, como se tarareaba en el plan de estabilización de Florentino: Cristianos, Xabis y Graneros.